miércoles, 15 de agosto de 2012

Lhajkfdabfkb

A veces me gustaría no querer a nadie, no necesitar ni un mísero abrazo. Vivir suficientemente feliz conmigo misma, sola. No dañaría a nadie, tampoco me dañaría a mí. No molestaría a alguien necesitándole, ni siguiéndole con la mirada todos los días. Ser de hielo. No romperme en pedazos cada vez que una amiga me deja de lado, ni siquiera mirar de reojo cuando él habla con otra. Nada. Me gustaría mirar siempre hacia delante, no depender de nadie, no pensar en otra persona que no sea yo. No derretirme con ningún `te quiero´, no dudar entre decirle hola o no, simplemente no necesitarlo. No sentir esa presión en el pecho cada vez que se acerca. Me gustaría ser así, tan fría que ni siquiera sintiera amor por un ídolo. No sufrir, no hace sufrir, callar, no sentir. No despertarme y mirar el móvil pensando que tendré un mensaje de alguien que me echa de menos. No tener unas ganazas tremendas de que una noche te acerques y todo sea como siempre me imagino. No tener envidia de nadie, sentirme bien conmigo misma, como soy. No sentirme culpable por todo. No vivir de ilusiones. No tener ganas de ti.
Pero no soy así, de tan buena acabo siendo tonta. Sueño más despierta que dormida. Me afectan demasiado tonterías. Le doy demasiada importancia a las cosas pequeñas, a cada detalle. Y por eso siempre acabo perdiendo yo. Dicen que quien vive de ilusiones muere de decepciones. Decepciones llevo unas cuantas... Así que supongo que será verdad, moriré de decepciones. 
Intento no hacerme ilusiones, no esperarme nada de nada ni nadie, pero es dificil.
Dicen que de los errores se aprende, y yo nunca aprendo... "Los mismos tropezonez, las mismas piedras."  Como odio esa frase, tal vez es porque tiene mucha razón, siempre que cometemos el mismo error es por el mismo motivo, algo o alguien.